En el proyecto de una cocina es fundamental la colocación de tres elementos: el frigorífico, el fregadero y los fogones. Son los que definen la zona de preparación, la de lavado y la de cocinar. Juntas definen los tres vértices del denominado «triángulo de trabajo». Además de planificar un triángulo de trabajo eficiente, también se deben tener en cuenta las necesidades específicas de almacenamiento.
Zona de lavado
La zona de lavado está formada esencialmente por el fregadero y el lavavajillas. Es conveniente que el lavavajillas se coloque adyacente al fregadero. También es importante tener un cubo de basura cerca del fregadero para tirar los restos de la comida antes de lavar los platos. Generalmente se colocan en el mueble bajo el fregadero.
Zona de preparación
Esta zona consiste en el frigorífico y una zona de trabajo en la encimera adyacente para preparar la comida. El frigorífico debe disponerse cercano a la despensa, de forma que los alimentos resulten accesibles desde esta zona.
Zona de cocinado
La zona de cocinado está compuesta por la placa de cocción y el horno. En las cocinas pequeñas, es más práctico la cocina compacta con el horno incorporado. En las grandes, mejor disponer de placa y horno por separado. Siempre debe haber suficiente espacio de encimera a ambos lados de los fogones. Cacerolas y sartenes deben estar almacenados cerca del punto de cocción para acceder a ellos con facilidad mientras se está cocinando.
Es importante seleccionar el tipo de extracción de humos adecuado, bien directamente al exterior, bien mediante recirculación si el sistema anterior no fuera posible.
*Imágenes vía Pinterest y Axtres