La iluminación es uno de los aspectos claves para modificar las sensaciones que nos produce una estancia. Una mala iluminación puede convertir un espacio en frío y hostil. O por el contrario, una buena elección de las lámparas puede hacer acogedor y cálido cualquier estancia. La elección de la iluminación es clave en el tipo de ambiente que deseamos crear. En ocasiones, es difícil elegir un sistema de iluminación adecuado para las diferentes estancias de una casa.
Lo primero en lo que debemos pensar es en la iluminación general de un espacio. Suelen utilizarse lámparas de techo, de superficie o empotradas. Se trata de dar una luz moderada a la estancia, creando un ambiente acogedor y agradable. Cobra mucha importancia en zonas de estar y dormitorios.
Pero, ¿qué clase de ambiente queremos crear en nuestro salón? La iluminación ambiental nos ayuda a crear una atmósfera determinada. Se trata de una luz no demasiado potente, que se consigue mediante lámparas de pie, de sobremesa o suspendidas. Se puede jugar con piezas singulares, que den carácter a la estancia y estén en sintonía con el resto de la decoración. Merece la pena invertir en una pieza con personalidad.
Un iluminación focal o puntual permite destacar alguna pieza decorativa de interés para que no pase desapercibida. Se trata de una luz potente y dirigida directamente al objeto que se desea subrayar.