Mantener el orden en casa no es una tarea fácil. La falta de espacio de almacenamiento puede ayudar a que el caos se instale en casa. Pero, ¿cuántas veces has soñado con tener un cuarto de lavado independiente para poner fin al desorden?
*Imágenes vía Axtres
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Si eres de los que relegan la zona de lavandería al rincón más sombrío y triste de la casa, es el momento de que lo reconsideres. Un cuarto de lavado es mucho más que un espacio donde colocar la lavadora y la secadora. Si estás pensando en reformar tu casa o sólo tu cocina, esta puede ser tu oportunidad para diseñar una zona específica para las labores de lavado y planchado.
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Se trata de uno de los últimos espacios de la casa que se decoran o que se tiene en cuenta cuando se hacen reformas. Pero puedes lograr un práctico y bonito cuarto de lavado en ese rincón de casa, y conseguir algo más que un lugar para lavar y secar la ropa. Anímate a prestarle atención y lograrás convertir la tarea de lavar en algo mucho menos monótono.
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Lo primero, es estudiar el espacio disponible para distribuirlo de forma funcional. Una buena organización es la clave para sacar el máximo partido al espacio disponible. Si el espacio es limitado, una buena opción es esconder todos los elementos tras una puerta corredera o abatible, tipo armario.
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Las piezas clave de cualquier cuarto de lavado son la lavadora y la secadora. Si no dispones de mucho espacio, es conveniente colocarlas en columna. Si por el contrario, tienes espacio suficiente, lo ideal sería colocar ambas piezas en paralelo, bajo encimera. Así lograrás ganar una amplia superficie de trabajo para la clasificación y el doblado de la ropa. También podrás instalar un fregadero, que te resultará muy práctico en las tareas de lavado.
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En los espacios pequeños es importante prestar atención a los materiales empleados. Apuesta por colores claros para ganar amplitud. Si quieres darle un toque diferente, apuesta por estampados en el suelo o la pared, pero sólo en uno de los elementos si no quieres saturar el espacio. Elige materiales resistentes y duraderos, puesto que se trata de una zona con una intensidad de uso alta.
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Se trata de una zona con una alta necesidad de almacenaje. Emplea baldas abiertas y zonas con colgadores para el secado de la ropa y almacenar detergentes y otros productos que necesites tener a mano. Una buena opción es emplear cestos y cajas que aportan un toque cálido a la estancia. Si dispones de sitio, una buena opción es tener armarios cerrados para guardar la ropa blanca, a salvo del polvo y los malos olores.
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Tener la lavadora y la tabla de planchado en el mismo espacio facilita ambas tareas. Puedes optar por esconder la tabla de planchar para que permanezca oculta mientras no está en uso; o bien por tener un elegante carrito de planchado, con almacenaje en la parte inferior para tener a mano todo lo necesario.
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Elige tu propio estilo. Bien sea con líneas rectas y minimalistas; o por el contrario, empleando un estilo más romántico, empleando mobiliario de formas clásicas o una pileta de porcelana. ¡Pero no renuncies a tener tu espacio de lavado en casa!
